Hoy en día, el tocador es una de las piezas decorativas que agrega glamour y sofisticación a nuestros hogares, el tipo de mueble que es tanto práctico como estéticamente agradable, a menudo con énfasis en lo último. Entonces, ¿comenzó esta tendencia? En realidad, los primeros tocadores ni siquiera eran mesas. Eran cajas y han existido por mucho tiempo. Los antiguos egipcios (los faraones en particular) los usaban para guardar cosas como frascos de ungüentos, pinturas faciales y perfumes. Incluso tenían espejos de mano que estaban hechos de metal pulido.
Más tarde, los franceses crearon sus propias versiones de estas cajas ornamentadas a las que llamaron artículos de primera necesidad. Estaban destinados a la realeza y los aristócratas y contenían cosas como frascos de perfume, peines, limas de uñas y tijeras diminutas. Las cajas las llevaban las mucamas, lo que nos lleva a un detalle importante: el hecho de que las cajas de cosméticos eran portátiles.
No fue hasta finales de la década de 1970 que estas cajas comenzaron a ser reemplazadas por tocadores con espejos. Los primeros fueron híbridos, lo que significa que eran más o menos mesas con cajas de cosméticos sobre ellas. Los diseños evolucionaron con el tiempo y, a mediados de los años 80, el tocador como lo conocemos hoy comenzó a tomar forma. Luego, en el siglo XIX, el tocador ya formaba parte del conjunto del dormitorio.
En Europa el tocador era un símbolo de lujo y glamour, especialmente en los siglos XIX y XX. En Estados Unidos, por otro lado, los diseños eran más simples y un poco más enfocados en la funcionalidad. Los diseños más recientes son una combinación de ambas influencias y reflejan la diversidad de estilos que hemos llegado a admirar a lo largo del tiempo. Hoy en día puedes encontrar tocadores con cajones, con espejo, con pies ornamentados, pequeños, grandes, modernos, vintage y con todo tipo de características.
Con tantas opciones y estilos para elegir, puede ser difícil encontrar el tocador que más le convenga. Aquí hay algunos consejos e ideas que pueden ayudar. Decide si quieres una mesa personalizada o una lista para usar o si prefieres construir una tú mismo. Son todas opciones válidas. Luego elija un estilo que refleje su personalidad y que también combine con el resto de la decoración de la habitación y de toda la casa. Después de eso, concéntrate en las cosas más pequeñas. Por ejemplo, decide si quieres una mesa pequeña o grande.
Los tocadores pequeños son más adecuados para habitaciones pequeñas o para áreas llenas de luz natural. Además, si la mesa es pequeña, elige un espejo de pared y una pequeña lámpara de mesa para liberar espacio en la encimera y asegúrate de tener todo ordenado. Organiza artículos pequeños en bandejas y guarda tus cosas dentro de cajones.
Elija un tocador que tenga cajones grandes si sabe que tiene muchas cosas para guardar. Puedes guardar tus joyas en cajones con bandejas forradas de terciopelo. Para almacenamiento adicional, puede agregar un baúl de lencería o joyería al lado de su tocador. Otra opción es tener espejos estilo gabinete encima de la mesa, para almacenamiento adicional y una apariencia integrada. Y hablando de espejos, se puede usar uno grande para reflejar la habitación y crear la impresión de un espacio amplio y aireado, además de ser práctico.
Dato curioso: los tocadores no son solo para mujeres. También hay un equivalente para hombres, aunque no es una mesa sino un mueble con cajones y un espejo. Como los hombres se paran cuando se afeitan, estos gabinetes no van acompañados de sillas y se pueden montar en la pared. Estos tocadores son algo que puede agregar a su baño como una alternativa al botiquín habitual.