Inspirados por la necesidad de su cliente de un espacio de almacén, los arquitectos y diseñadores de Constanza DomÍnguez C. y Plannea Arquitectura lograron crear algo realmente utilizando contenedores de envío reciclados. El proyecto se completó en 2019 en Chile y utiliza dos contenedores que se colocan paralelos entre sí con un espacio de 6 metros entre ellos. El resultado es una casa contenedor con un toque único. Sirven para diferentes propósitos pero, en última instancia, toda la estructura en su conjunto se define por una gran versatilidad y flexibilidad. Uno de los contenedores alberga dos dormitorios y un baño, mientras que el otro es un gran espacio abierto que se puede utilizar para una variedad de propósitos diferentes, incluso como taller, oficina o espacio de reunión.
La forma en que se conectan los dos contenedores es a través de una gran cubierta metálica que se extiende sobre ambos, creando un área protegida en el centro que sirve como espacio de transición. El techo se coloca en ángulo y cubre ambos contenedores en su totalidad, estando sostenido por pilotes metálicos unidos a la parte superior de los contenedores y al suelo. El área abierta en el medio vuelve a ser multifuncional. Los contenedores cuentan con un revestimiento de madera que aporta calidez a su diseño. El que alberga los dormitorios también tiene grandes ventanales que enmarcan las vistas del entorno y conectan las áreas interiores con el mundo exterior. Todo el proyecto en su conjunto tiene un impacto ambiental muy bajo. Además de hacer uso de contenedores de envío, los diseñadores también incorporaron muebles de palets recuperados.en los espacios, manteniendo así el costo bajo y enfatizando aún más la naturaleza ecológica del proyecto.